domingo, 10 de octubre de 2010

Poema 1.2

Nada que olvidar

No tengo nada que olvidar
en mi vida sin luchas,
no tengo mucho
que vuelva a la memoria
en mi transcurrir de fantasías.

Solo me queda crear
como semilla
de algún dolor futuro
mi paraíso de utilería.

Mi infortunio más terrible
ha sido contemplar el valle.
Mi renuncia fundamental ha sido
dejarme mojar por el río.
Mi mayor hambre ha sido
un desayuno campestre.
Mi soledad más grande
estar en la selva llena.
El pavor más intenso
pisar tierra firme.
El momento más oscuro
un medio día asoleado
navegando en sudor refrescante.

Estoy castigado
a maravillarme de cada ser
de cada rincón de la inmensidad.

Espero tranquilo
algún dolor futuro
que me justifique
y redima mi bello castigo.

Ronnie de Camino V.Santa Ana, 18.9.1996

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