viernes, 31 de diciembre de 2010

CUENTOS 1.4

EL JUEGO.(EL FIN DE UTOPIA)




Ronnie de Camino v . Kisumu - Nairobi . 3-6/10/92 y 23.1.93
y San José de Costa Rica 23.12.93.


            "Tanto el equilibrio como el cambio deben ser objetivos conscientes , con pasos claros para lograrlos ; no deben ser  resultados poco probables, a los que se llega por casualidad . Cuando el cambio es consciente, puede ser permanente . Deja de ser casual y va provocando  modificaciones menores que corrigen aquellas reacciones de los actores o las modifican, de tal manera  que el arreglo o sistema se mueve al estado deseado en un cambio permanente pero controlado e incluso imperceptible, que tiene en cuenta que el estado deseado también va variando con la evolución del sistema.

Cirus Joseph van Quai(Gleichgewicht und Ungleichgewicht.Amsterdam 1891)(*)

            Los tres muchachitos estaban sentados en rueda bajo la parva sombra del sarmentoso espino:
-¡ Cuando golpeo a mi niño la gente baila ! - , exclamó , pícaro, uno de ellos.
            Los otros dos  se miraban  con cara  dubitativa ,buscando en los rincones de sus infantiles mentes; esperaron un rato y uno de ellos exclamó:
-no sé, nos damos -
-Es el tambor-  respondió alegremente el chico .
-¡ Ya ésta ! - , dijo el más pequeño: -Muchos cuchillos pero  un sólo mango-
El mayor respondió de inmediato:
- Un racimo  de bananos -

-Trampa ..... ya lo sabías -
            Así estuvieron todavía contando adivinanzas acompañadas de alegres cabriolas, hasta  que sintieron una dulce voz  de madre:
-Mboga , Buibui , Chupa , vengan  que llegó el padre ;  vamos a jugar -

            Los niños entre risas y grito de dicha, corrieron  hacia  la llamada. Subieron la pendiente y corta colina; al otro lado  estaba Nyota esperando a sus hijos , mientras  Mwenbe se refrescaba, cerraba los ojos con placer y metía su cara sudorosa en la vasija de madera llena de agua de pozo. Los niños y la madre se tomaron de las manos e hicieron una ronda en torno a Mwembe:
-El Juego, ahehehehehe,el juego ahehehehehe -

El Juego se practicaba desde el principio de los tiempos en la comarca; en cada aldea, villorrio o caserío en el círculo de las montañas y del lago. Era una comarca muy bello, tierno y duro, como es frecuente que sea la naturaleza; a veces había infierno y a veces paraíso. Era necesario estar preparado para la vida, para  contentarse con las cosas buenas y soportar las adversidades inevitables como lo hacían Nyota , Mwembe y sus hijos.
            A veces era la calma  acompañada por la pirotecnia del crepúsculo o los últimos destellos del lucero, pero  otras veces llegaban, pasaban y huían tormentas crueles en las qué la fuerza acumulada de la naturaleza  se descargaba en un instante, como en un acto de posesión; luego todo quedaba exhausto, fatigado, pero en quietud. En ocasiones la seca se prolongaba y entonces en toda la sabana y hasta la mitad de la montaña, el campo adquiría el color de la latencia, con tonos ocres , amarillos, rojizos y marrones, que  indican la espera de la lluvia y del verde para la vida plena . Los suaves planos del paisaje  bajaban desde las montañas en una inclinación decreciente hasta las orillas del lago. Grandes rocas caprichosas, de formas extrañas, cuasi humanas salpicaban las laderas. El paisaje era un gran anfiteatro, en cuyo interior la superficie tersa del lago parecía esperar la entrada de gigantescos actores o atletas ciclópeos, mientras en los cerros, los litícos antropoides eran como inmanentes espectadores que aguardaban con paciencia geológica el inicio de un espectáculo desconocido.
            El lago era infinito; los habitantes de la comarca sólo imaginaban, suponían o soñaban la orilla opuesta. La tradición contaba que ningún emigrante que la dejó,  orillando sus bordes o navegando, había vuelto de la larga  jornada. Parte de la inmensidad estaba en que los viajeros    olvidaban la vida nómade y después de largas jornadas de búsqueda de lo desconocido asentaban sus reales en algún sitio o con alguna persona que los atraía. 
            Por mucho tiempo los nativos habían vivido siguiendo a sus rebaños, desplazándose  de paisaje en paisaje, de pradera en pradera. La vida les había enseñado a leer en la naturaleza los menores signos que indicaban que tenían que volver a moverse, o sembrar o amarse o procrear. Estaban habituados al cambio, casi sin aviso, que significaba seguir las señales de los gigantes arbóreos, de las vegetaciones trepadoras y cespitosas, del cielo y sus inquietos pobladores diurnos o nocturnos, blancos o brillantes, de las aguas, raíces del cielo.

            El devenir resultó en  el establecimiento de  las  familias, que como la de Mwembe y Nyota, construyeron sus casas, huertas, gallineros, plantaron árboles frutales y así nacieron aldeas y los villorrios. Algunos pastores aún continúan divagando con los rebaños, pero sus circuitos se hicieron cortos, siempre cerca de los poblados.
            Los abuelos y los brujos contaban que sólo una persona había llegado desde el otro lado del lago, en una fecha pasada, casi junto con las rocas de las pendientes.     Lo vieron venir  navegando en una sutil barca  de corteza de árbol, casi de una pieza, impulsándose con calma y energía  con un remo de madera oscura y aspa romboide. A esa hora  los pescadores estaban en la playa descargando  y separando la cosecha húmeda, lanzando los peces pequeños otra vez al lago y separando los grandes. También  estaban los niños elevando sus  abigarrados cometas  de tela, con largas colas de moñitos atados. Los chicos empezaron a cantar :
            -Viene el hombre  del lago , ahehehehehe -
            -Viene en un bote  remando, ahehehehehe -
            Así, como una aparición, había llegado "Mwanamume Dawa", "El-Hombre-Qué-Llega-Qué-Sabe-Dónde-Vá". La dignidad, más que apodo, la había recibido en la comarca por la determinación de sus acciones y por el legado que había dejado a los habitantes de todas las generaciones siguientes hasta la presente.
            "Dawa" había traído El Juego ,  que  era la vida de los  villorrios  y era jugado por todos sin condición ninguna en los momentos del día y en los días señalados. Lo practicaban en las pausas diarias de los quehaceres, en las fechas importantes del ciclo de la vida de la naturaleza y  de los hombres.  Tal como lo hacían Nyota, su hombre y sus niños, se empezaba en cualquier momento que parecía oportuno, después de llevar  los animales al corral; al volver de la pesca , al regreso de la caza en las montañas , sabanas y la jungla.  Entonces, mientras la vida seguía, o la naturaleza trabajaba , ellos jugaban  El Juego .
            No había escuelas ni academias, tampoco había un  Gobierno. El ritual de "Dawa" bastaba; era el aprendizaje para la vida, era la forma de decidir, la guía para los futuros  sabios y ancianos; todos participaban y cumplían tareas importantes en él.  Las mujeres aconsejaban,  opinaban,  enseñaban;  registraban en sus memorias las evoluciones del juego. Los  hechiceros y hacedores de lluvia, que tenían casi un círculo vital completo  en El Juego, escribían en el libro de su espíritu las experiencias recibidas, celebradas y sufridas  y las  transferían al pueblo, para que progresaran y mejoraran sus habilidades.
            Un anciano era el cronista y así nacía la única historia verdadera que probablemente existió en las generaciones de hombres de la tierra, como palabra de color amarillo viejo, fiel ventana hacia lo antes pasad  y orientación en los momentos difíciles y de desconcierto.
            El Juego traído por el extraño era distinto de los que se jugaba  en otras comarcas, mundos y planetas pasados y futuros. No había antagonismo ni tampoco convencimiento o imposición al otro. Era un coro cantando la misma canción con un director intuido,  los marinos guiados por la misma estrella indefinida, para llegar a un primer puerto y luego guiarse por otras estrellas para llegar a otros puertos siempre cambiantes. Los que jugaban debían alcanzar juntos el fin. No se jugaba en soledad o contra alguien para vencer. Así nadie era derrotado, todos ganaban..Cada quién jugaba lo mejor,  se transformaba - al ser requerido - en bastón modesto de los rezagados y guía discreta de menores y débiles ya que sólo como grupo  se podía completar  una etapa. Las  familias, en la aldea y entre aldeas jugaban en comunidad. 
            El Juego podía durar una hora al finalizar la cena familiar, una tarde  de  lluvia o después de la siembra, un día  de calor o frío. Se podía jugar una semana de sequía, un año bisiesto, un siglo de luces o  de oscuridad, muchas vidas de  gentes y de  aldeas.

-Hermano sabio Upepo, tenemos que  confluir como los ríos en el lago con los demás hermanos del Consejo . Ha vuelto la estrella errante  y debemos  llenar nuestras claves con las nuevas enseñanzas -
            Así habló el hacedor de lluvia  a uno de los ancianos  que guiaban el cambio.
-Tienes razón Taa, como siempre, nos señalas  el camino y el momento -  respondió Upepo.

            Esa noche y las noches siguientes los ecos de las cañas y los huecos troncos, mensajeros del bien y del mal, resonaron en el territorio del Juego para llamar a los sabios.            El papel de los  mayores en el cambio de los códigos los mantenía siempre como líderes y conductores válidos  y   eran respetados en cada aldea de la comarca. De esa forma, a través del Juego la vida tribal era un desafío  a la fantasía y la improvisación permanente. Las reglas del juego cambiaban un poco cada año, para renovarse totalmente al cabo de un tiempo. Muchos   eran los eventos  que permitían a los ancianos leer las pistas del  porvenir: los azotes húmedos o secos  a  plantas, animales y hombres, la generosidad o egoísmo aparente de la tierra, la volubilidad de la plata viva de las aguas, la abundancia y escasez de animales y caza, los viajes  milenarios y recurrentes de los pájaros , la euforia o parquedad de la primavera en los  árboles y praderas, el viaje a otras vidas de un hechicero  ,  el vómito rojo y caliente de la tierra enfurecida o el terrible despertar de sus dilatados letargos, la sombra en  la luna y el sol - que los  hechiceros predecían - , la visita de los astros viajeros, la presencia conjunta de todos los  planetas  en el cielo de la noche para  celebrar su consejo, los cercos de  luz en el sol y la luna .       El Juego era renovado, las reglas renovadas y la vida cambiaba; los mayores presidían  con solemnidad y sabiduría  el cambio.
            Cada año, al fin de las lluvias y después de las cosechas de los granos, se producía un evento mayor. Las diferentes aldeas, agrupadas para los fines lúdicos en conjuntos de  aldeas se juntaban en una sede preestablecida. Cada año salía una aldea de cada conjunto e ingresaba otra diferente, perteneciente a otro grupo. Era una gran fiesta que hermanaba a pueblerinos de muchos lugares en cada sede elegida. Así se producía una corriente permanente de costumbres, de personas, de historia; se integraban seres de diferentes procedencias, razas, con otros dioses, edades, hombres, mujeres, mezclados, juntos nuevamente para jugar .
            El pequeño Bui-Bui y su hermano Chupa estaban en esa oportunidad en el mismo grupo.  Era frecuente ver a Chupa  enseñando a Bui-Bui y a otros niños menores de varias aldeas algunas reglas nuevas, así como  orientándolos a terminar con sus  tareas señaladas. También otros muchachos y muchachas mayores que él, de otros grupos y otros caseríos y territorios  ayudaban a Chupa y a su grupo en el transcurso del Juego.
 -¿Cómo vas Chupa  .Si ves las cosas oscuras  sólo nos dices y podemos pensar juntos que hacer .Debes siempre recordar los cuentos de Taa y de su padre , así como  los recuerdos de Upepo; allí encontrarás las claves para avanzar. Tampoco olvides de como tú padre ha cazado en los días de poca abundancia y como tú madre limpia el agua .También debes tener en cuenta lo que la tierra te confidenció en tú última cacería en el pantanal -
El Juego anual permitía el perfeccionamiento cambiante, pero también el intercambio de noticias, el escribir de la historia, saber lo que pasaba , hacer comercio de los productos de las aldeas, discutir de agricultura, de formas de cultivo , de las pasturas, de los animales , de la leña, de la lluvia, de la sequía. Se negociaba el matrimonio entre hijos de diferentes aldeas, la mezcla permanente de las sangres y  se derribaban así barreras y prejuicios; todos estaban relacionados de alguna forma. No había extranjeros, nadie era de otra aldea; todos eran de la misma comarca.
 Pero  lo más importante era jugar , y se unían todos, de toda condición, de todo lugar, para alcanzar juntos las metas intermedias y variables , ya que la meta final era inalcanzable, pues siempre era diferente .
-¿Recuerdas Mwenbe cuando nos conocimos  hace ya una década en el juego anual?-
El bello arco de una sonrisa evocadora apareció en el rostro de Mwembe  mientras  su mente volvía  una década atrás:

-Mujer, nunca  se borrará de mi mente  cuando te vi  la tarde en que  Upepo decidió sobre los grupos. Tu presencia ,la inquietud y la alegría entraron juntas en mi corazón e impulsivamente te regalé aquel fruto  cuya semilla había descubierto en el bosque y que con tanto afán ,paciencia y esperanza cultivé . Me puso triste saber que no quedaríamos juntos en el Juego -
Mwenbe terminó con un suspiro alegre  y luego agregó:
-Mi padre  me notó extraño cuando regresamos .Entonces le conté y dijo que me acompañaría  a tú pueblo para conversar con tú padre y negociar la boda -
-Hay Mwembe,  en mi aldea todos estaban felices  cuando supieron . Estaban impresionados con  el nuevo pan  de la naturaleza que habías rescatado del bosque y pensaron sin equivocarse que nuestra unión sería muy buena no sólo para  Nyota, sino para  los cultivadores de la aldea -
            Los cambios y evoluciones permanentes, sin pausa, paulatinas de las reglas eran   la condición de equilibrio del Juego. Era un cambio enriquecedor, que aún los más ancianos aceptaban con alegría. Todos, viejos y jóvenes querían conservar, pero lo que en realidad conservaban no eran  las costumbres ancestrales, sino que la transformación permanente. El número sagrado era el  veintiuno , veintiuna aldea , veintiún años; cada año cambiaba una aldea de cada grupo;  cada año cambiaba una parte de las reglas.
            Pero un día, faltando todavía unos pocos años para el cambio o para el inicio de un nuevo ciclo, llegó - al igual que en tiempos inmemoriales - otro hombre, que como "Mwanamume Dawa" venía del otro lado del lago infinito .
-Viene el hombre del lago , ahehehehehe.
-Viene en un bote remando, Ahehehehehe.
-¿Será Mwanamume Dawa?
-¿Qué de bueno nos trae ésta véz?
            Así cantaron los adolecentes Mboga ,Bui-Bui y Chupa aquella tarde fría y ventosa con un cielo rojizo extraño, después de una semana de tormentas  y lluvias torrenciales.  Cuando "Dawa " llegó  había sol y calma  y la última cosecha había sido la mejor en muchos años. Esta véz , lo signos eran otros, las señales de la naturaleza se mostraban casi como un mal presagio.
 A Chupa , junto con sentirse atraído por la presencia del hombre - que sin duda llegaba de una larga y dura jornada - lo recorrió también un escalofrío y una sensación de miedo e inseguridad que no podía explicar; se parecía al temor  del cazador en vela cuando presiente al león  o peor aún a la víbora.
El recién llegado era un hombre extraño. Tenía la misma apariencia, lengua y costumbres de los habitantes de la comarca, pero era muy diferente. Sabía muchas cosas del pasado y de la naturaleza y por eso los ancianos, los hechiceros, curanderos y hacedores de lluvia  lo consideraron como otro miembro de su círculo. Así fue también que los que preservaban El Juego  no sólo lo aceptaban como un igual, sino que también parecía tener una influencia especial sobre todos ellos. Había sin embargo una contradicción con la venida del extraño: mientras los hechiceros y ancianos lo consideraban uno de ellos, y algunos jóvenes lo seguían, la mayor parte de los habitantes de la comarca lo tomaban como el "Hombre-Que-Anda-Que -No -Sabe -Donde - Va". Lo identificaban con alguien que anda  tras algo, pero que no logra nunca encontrar. Que mientras más busca, más se aleja de un fin que no conoce con precisión. Alguien que tiene la vida  de un extraño, de un extranjero dónde quiera que se encuentre. Pero "Mzungu", el que busca sin encontrar, ejercía un influjo real sobre el poder de la comarca y era una figura inquietante para todos.
"Mzungu" recorría las aldeas conversando con los ancianos e influyentes, hablándoles su lenguaje, diciéndoles lo que querían escuchar , los halagaba , bendecía y alababa su ciencia . Poco a poco, con sutileza, en un juego propio (o sin ningún juego o intención sino por su intuición y naturaleza), empezó a influir en la reorientación del Juego y de sus cambios y a preparar las mentes de los ancianos para un gran cambio definitivo.
-Chupa , eres bello e inteligente.Tienes un gran porvenir en la nueva comarca que junto contigo prepararé-
Así habló Mzungu a Chupa en una oportunidad  durante una sesión del Juego - al que  el extraño se incorporó muy rápidamente y con mucha maestría - ."Mzungu" alababa permanentemente al   -en un principio - temeroso Chupa , pero luego le enseño muchas cosas nuevas y poco a poco el miedo fue desapareciendo y fue trocándose en admiración incondicional, hasta ser ambos una sola voluntad- obviamente la voluntad férrea y dominante de Mzungu - . Así como Chupa , otros jóvenes fueron formando un grupo incondicional en torno  al nuevo profeta. Este les mostró un mundo aparente  lleno de promesas , y así deslumbrados, le perdieron el temor a Mzungu y pasaron a ser controlados por su carácter firme , por su adulación oportuna , por su carisma indiscutible y bien  utilizado. Mzungu elevó la autoestima de éstos jóvenes a niveles no conocidos en la comarca y también  desequilibrantes; llegó así  a crear diferencias y divisiones antes no exitentes. El "Hombre-Qué-Anda-Qué -No -Sabe -Dónde-Va" , fue  siendo dueño de mentes y personas, con disimulo primero, sin  límites después.
 El Juego fue cambiando rápido, poco a poco, pero con una orientación diferente a la que se había seguido desde la fundación de los tiempos. Bajo la influencia de Mzungu, se empezó a detener las transformaciones que  debían iniciarse. Las etapas del Juego empezaron a acortarse. Los jugadores, en lugar de terminar juntos podían tratar de terminar primero y después volver atrás para ayudar a otros; al principio a los más rezagados y luego a alguien de la propia elección . Empezó a surgir una tensión interna que antes no existía y ya no sólo se jugaba, sino que se trataba de ganar.

Ya anochecía cuando Bui-Bui y Mboga regresaron tristes a su  choza. Mboga  tenía surcos  de lágrimas en su entierrada cara de muchacho.
-¿Qué pasa hijo? - Pregunto Padre a Mboga con solicitud. Un joven de tú edad ya no llora, sino que lucha con alegría-
            -Padre Mwenbe , lloro por Chupa ;  siempre lo quiero mucho , pero ya no es el mismo, ya no es nuestro hermano. Hoy  en un momento  muy lindo del juego , cuando esperábamos  alguna ayuda para terminar una etapa , Chupa nos dejó rezagados y más bien apoyó a Tweroni, que estaba por terminar. Después todavía podría habernos auxiliado , pero estaba muy ufano y preocupado escuchando los vivas de los otros muchachos y muchachas -
 Despertó así en el corazón de los jugadores una mala llama que se había extinguido hacía mucho tiempo, poco después de la llegada de "Mwanamume Dawa" y la iniciación del Juego. Ahora quién primero terminaba una etapa, regresaba para ayudar a algún rezagado, pero ahora  se elegía no al último según la tradición indicaba, sino a algún amigo o a alguien de la propia aldea o incluso a nadie para triunfar solo. Antes que "Mzungu" iniciara los cambios, cualquiera jugaba,  un hombre ingenuo, un niño tímido como Bui-Bui; ahora,  se empezó a seleccionar a los mejores  pues se trataba de ganar las etapas. Surgió la rivalidad, la ambición y la diferenciación descalificante entre personas, entre astutos, sagaces y  lento y tímidos, entre hombres y mujeres, entre más y menos inteligentes, entre vecinos, entre aldeas, entre edades. Junto con los cambios recientes, también surgió la codicia, la rebeldía malsana,  y en general  sentimientos y actitudes que no existían antes en la naturaleza de esos hombres  y quizás de ningún hombre de este mundo en el momento original, en el principio de los tiempos.
            Durante la reunión del Consejo de ancianos ,"Mzungu" , el "Hombre-Que-Va-Que-No-Sabe-Donde", logró que se introdujeran cambios finales, sin retorno . Se decidió que  con el objeto de lograr la perfección práctica del Juego, éste dejaría de cambiar permanentemente como lo había venido haciendo y tendría además un término, un fin. Ya no sería infinitamente cambiante e interminable como se había practicado siempre, todas las vidas de la comarca. Se había decidido que El Juego  ahora empezaría y  tendría un epílogo, quedaría fijo en sus leyes, sería en grupos que tratarían no sólo de ganar, sino más que ello: de vencer al oponente, derrotar al otro, casi como algo que en el pasado inmemorial se había llamado lucha, batalla, guerra.
En muy poco tiempo  El Juego original murió. Los cronistas de la comarca relataron que a partir de ese momento todo empezó a cambiar para los hombres de esos territorios. Antes El Juego cambiaba y no terminaba pero la comarca era siempre igual; ahora El Juego no cambiaba y terminaba  y la comarca cambiaba, se destruía. El Juego ya no sirvió como escuela, dejó de existir escuela; tampoco sirvió como Gobierno y el respeto dentro de la familia, por las mujeres, por los padres, fue desapareciendo. Nuevamente se hizo sentir a otros que eran extranjeros. Los ancianos, hechiceros, curanderos y hacedores de lluvia fueron reemplazados en el respeto social por los campeones y los vencedores y ahora en lugar de los sabios, los héroes fueron los más apreciado y el que no triunfaba era un desdichado. Antes  existían personas; ahora sólo ganadores y perdedores. La comarca y sus costumbres se fueron derrumbando como una casa abandonada; la armonía y la equidad terminaron. El anhelo de vencer, de derrotar  triunfó sobre el amor y renacieron las guerras. Todo volvió muy rápidamente a ser como en un tiempo ya olvidado, antes de la venida desde el otro lado del lago infinito de "Mwanamume Dawa", el inventor del Juego, el "Hombre-Que-Llega-Que-Sabe-Donde-Va" .

            Aquella tarde agobiante, con el sol a plomo como hacía ya varias semanas, Nyota, Mwembe, Mboga y Bui-Bui, seguidos por  los que aún quedaban en la aldea - principalmente  mujeres , niños y viejos -  invocaron a sus Dioses  y  empujaron hacia el centro del lago la barca  en que  yacía el cuerpo de Chupa, cubierto de flores. Había caído en la sangrienta lucha entre el pueblo de Nyota y la tribu de Mwembe. Mwembe  estaba desolado y desesperado, luchando con falsas lealtades que antes no conocía y  que ahora surgían en su interior reclamándole adhesión  .Mwembe  suspiró  con  añoranza por el tiempo , en que al llegar del monte y lavarse con agua fresca del pozo , Mboga, Bui-Bui , Chupa y Nyota lo rodeaban cantando alegremente:
-El juego , Ahehehe , el Juego , Ahehehehehe -
Meditó con pesar , como  los juegos anuales se transformaron en teatro de discordias y de maldad , empujados todos por el ansia de ganar  y ahora su familia estaba pagando caro los nefastos cambios : primero las guerras, con la muerte de Chupa y luego la discriminación y ostracismo a que tanto la tribu de Nyota, que apenas le había permitido concurrir a los funerales y luego su  propia tribu que lo habían desterrado.
            El tiempo pasó y las cosas empeoraron. La comarca ya no era una. Cada tribu era enemiga, cada familia era enemiga. Para sobrevivir había que huir a las montañas, lejos del hombre, que se había transformado en el demonio para la naturaleza y para los otros hombres. Sin embargo, todavía había quienes tenían esperanza:

Mboga y Bui-Bui, los ancianos mendigos de rostros desolados por la amargura habían vivido ya varios siglos; habían visto llegar a "Mzungu", lo habían visto cambiar  la comarca hasta dejarla transformada en un despojo eterno y permanente  de las guerras, lo habían visto morir cargado de poder y de maligna desesperación y habían visto como sus reglas nuevas y nuevos Mzungus habían detenido todo cambio en el juego y habían cambiado el corazón de los hombres.

Esa tarde están calentando sus envejecidas osamentas  y entumecidas almas a la orilla del lago. El reflejo del sol en las quietas aguas formaba en sus ojos y en sus mentes imágenes fantásticas, grandes peces, aves míticas  ,árboles y bosques, caballos desbocados corriendo hacía el horizonte. De pronto se miraron y su imaginacion , o quizás su realidad ,los hizo ver   un  pequeño punto  en el horizonte del lago. Poco a poco éste fue creciendo.
-¿Será  nuevamente el espíritu de "Mwanamume Dawa", del Nosotros que viene  a sustituir, quizás a expulsar   al espíritu de Mzungu , del Yo , del egoísmo?-

El brillo antiguo, aquel de los niños danzando en ronda en torno al padre para jugar El Juego, apareció otra vez en sus antes apagados ojos  al ver que la silueta del bote y su navegante se delineaban con rasgos fuertes y claros, como los de la realidad y empezaron a gritar de alegría:

-Viene el hombre del lago , Ahehehehehe ,
-Viene  en un bote remando, Ahehehehehe,
-¿Será Mwanamume Dawa?
-¿Qué de bueno nos trae ésta véz?



(*) Nota del Autor . Traducción libre  de un párrafo del libro de van Quai  que contiene  la base de la teoría del cambio y el equilibrio en los sistemas .

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