domingo, 15 de septiembre de 2013

Viva la Patria Civil



Son las 6 de la tarde  en una pequeña Ciudad de Costa Rica, Villa Colón. Como es siempre en el trópico, ya se ha puesto el Sol y obscurece rápidamente. Pero todo el pueblo se ha congregado  en el viejo mercado, que es punto central, no sólo para  la Feria del Agricultor de los días Domingo, sino para la mayoría de los eventos públicos de la ciudad. En ese momento, llega un grupo de jóvenes en  camisa blanca, pantaloneta corta  y tennis. Uno de ellos lleva  una antorcha y los demás lo escoltan y encienden el pebetero con la llama de la libertad. En ese momento, la banda municipal  empieza a tocar el himno patrio y todo el pueblo, en grupos familiares y de vecinos entona el himno patrio. Muchos niños,  parejas jóvenes, muchachos y muchas, adultos  y gente mayor, Es un himno que no tiene nada de marcial, y que habla de trabajo y de Paz. Hace ya  28 años que vengo asistiendo a este acto. Es la conmemoración de la  independencia del país, y es un acto  puro y llanamente civil. Es una fiesta de la civilidad. No hay nadie usando ningún tipo de uniforme, excepto el uniforme de colegio de los chiquillos. Además cada  niño lleva un farol con una luz adentro y cada farol es hecho en casa o en el colegio, con materiales sencillos, sin efectos especiales, ni cosas prefabricadas. Los faroles representan una casa campesina, una carreta de bueyes,  un ayote( zapallo), una piña,  un juego de fútbol. Allí nadie muestra un cañon, un tanque, una bala, una bomba, Y después de cantar el himno, empieza la magia, los niños, es decir el futuro, hacen un gran desfile cargando sus farolitos inocentes y alegres, formando una larga y mágica serpiente de luz, que culebrea  por las calles del pueblo.
Por estos días, en Chile mi patria original, mientras tanto,  ya se preparan  para celebrar las fiestas patrias. También la independencia de los españoles. Pero el acto central  es un desfile militar, con fusiles, cañones, tanques, aviones  caza desfilando en el aire, para mostrar lo fuerte que somos y para advertir a nuestros vecinos países que estamos armados. Es un desfile a las glorias de las Fuerzas Armadas. Mientras tanto en Costa Rica, la feliz Costa Rica, se celebra  las glorias de la gente, del pueblo de los ciudadanos. Se celebra la gloria de ser pacíficos, el orgullo de no tener ejército. En Costa Rica no hay que plantearse arrepentimientos ni perdones, porque no se violaron los derechos humanos.

Los chilenos insistimos cada año en celebrar una fiesta militar y marcial, a pesar  de que esas mismas fuerzas armadas que algún día  lucharon contra un enemigo externo, contra el Español Conquistador, recientemente y a partir del 11 de septiembre de 1973,  reprimieron ( que no lucharon) a su propio pueblo , mataron a miles de personas y  pusieron en la cárcel a decenas de miles de chilenos, por el simple hecho de pensar diferente a quienes tenían la fuerza. Ya sería hora de  dejar  de reconocer glorias construidas y en un acto de humildad y de perdón, suprimir los desfiles militares y transformar la celebración de la independencia en una fiesta de la civilidad. Y ¿porqué no dar todavía un paso más  audaz  y pensar en suprimir el ejército  que permanentemente inventa enemigos para justificarse a sí mismo? Chile, después de 40 años del Golpe de Estado, aún no se restañan las heridas, pues  no se ha hecho justicia, ni se ha pedido perdón en forma sincera. Tampoco se ha entendido que  sin justicia, difícilmente habrá perdón. Todavía se exige a las víctimas que perdonen, mientras  los victimarios  están impunes y siguen tratando de justificar el asesinato, la desaparición y la tortura. Ese no es el camino, y ojalá lo enti9endan pronto.

 

Ronnie de Camino Velozo. Santa Ana, Costa Rica, 15 de Septiembre del 2013.

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