No te Metas….[1]
No te metas
los dedos en la nariz,
o en las orejas.
No sorbas
los mocos sucios
ni hables
con la boca llena.
No te rasques
el culo ni las pelotas.
Tómate la sopa
no ensucies la ropa,
no masques
los caramelos,
no grites, no llores
(los hombres no lloran),
no corras, no sudes,
no te enamores.
No metas los pies
en las pozas de agua
de la calle
(bellas y tentadoras).
No digas mentiras pequeñas
ni groserías.
Silencio,
no grites, menos repliques
o seas rebelde,
(no importa
si la razón te asiste).
No dejes comida
en el plato,
pero por sobre todo
trata de ser niño.
Así tendrás futuro,
sabrás leer
y hacer los no hacer,
no entrar, no salir,
no traspasar,
no conversar, no estacionar,
no alimentar
y por sobre todo
deberás tratar de ser
una persona.
Si fuiste rebelde
ahora estarás
bailando, cantando
corriendo, sudando
gritando, amando
pensando, soñando.
No usarás corbata,
o la usarás sin camisa.
también beberás vino
escribirás poesías
leerás hasta reventar
encontraras
A todos los dioses
y todos serán uno y buenos.
Compartirás tu pan
y sabrá mejor.
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