domingo, 22 de mayo de 2011

RECUERDO DE UN MUNDO FUTURO (Cuentos 1.7)

RECUERDO DE UN FUTURO MUNDO COMO ME GUSTARIA QUE FUERA EL DE HOY.

También los hombres son flores
 todos vuelven
 al llegar su primavera
 sin que los aqueje ya 
 enfermedad ninguna
 y todo les es perdonado

 Knulp. Hermann Hesse.   
                                                                                             

                El monumento a su hijo predilecto está ubicado en el lugar más destacado de la gran ciudad, coronando el centro de la cruz de las avenidas principales, con serenos jardines y viejos   álamos temblones de hojas plativerdes.        El arco de triunfo, majestuoso e impresionante, se destaca aun por encima de los esbeltos y añosos  árboles.

                Pocos como éste hombre merecen el tributo que se le rinde con el gran monumento. Incluso, después de premioso debate, la municipalidad decidió  derribar varias estatuas a pasadas batallas y a generales tanto  invictos como derrotados, para no ofender la memoria del homenajeado.

¡¿Cómo se les puede ocurrir levantarle un monumento ?¡
¡Nuestro alcalde se volvió loco de remate¡
¡Es una falta de respeto derribar  la Columna de los Caídos y el Monumento Ecuestre del Mariscal¡
¡Es necesario recordar a nuestros padres de la patria¡

                Estos fueron los clamores iniciales de grupos nacionalistas que no faltan y de la  " gente importante "  de la  ciudad; pero pronto se acallaron al pensar que en  las pasadas tragedias de la humanidad  con sus batallas sangrientas, guerras nucleares , conquista de otros planetas y galaxias  y otras aventuras fatídicas , nunca había estado ausente algún héroe absurdo o algún comandante , general o almirante. Así , finalmente  después de largas  argumentaciones y contra argumentaciones, la ciudad completa, en un acto de iluminación aceptó  y aplaudió la erección de la obra conmemorativa civilista y la destrucción de los monumentos militares en forma simultánea. El único monumento que todavía se mantiene, es el del joven  oficial que si bien cayó en batalla, también fue músico y poeta.

Surgieron luego los comentarios solidarios:

¡ Por fin empezamos a reconocer nuestros errores¡
¡Tenemos un falso sentido de lo que realmente vale¡
¡Es para nosotros y nuestros hijos¡

                El monumento se  construyó porque el mérito del anciano posiblemente fue descomunal, o quizás no fue ninguno, como el de cualquiera de sus compañeros de la vida. Fue en realidad como rendir un homenaje a muchos incógnitos de la vida, que no dejan huella, como los obreros de las fábricas ; o los comerciantes y dependientes  que trabajan de Domingo a Domingo; o  los choferes de taxi o los camioneros, transportando personas y mercancías  . También se sintieron identificados los campesinos, destripando terrones, limpiando el monte, regando las plantas de maíz o trigo en la pobre y devastada tierra propia. Los más contentos quizás fueron los estudiantes de la Universidad con toda la generosidad y el alborozo juvenil y también con el ansia de aprender y la ambición de lograr algo con sentido en la vida.

                Todavía más gentes  reconocían el monumento como algo propio. Un prisionero que cumple condena por negarse a ser recluta y a participar en una guerra "justa" (de las que no constituyen pecado según el catecismo); o algún escaso indígena de las zonas restringidas, habitante del bosque, que se alimenta y cura enfermedades con sus plantas; o el minero que despoja a la tierra de sus tesoros para que otro se enriquezca.

                Frecuentes visitantes  son los maestros, todos los maestros y especialmente aquellos que no sólo enseñan cosas, sino que forman hombres y mujeres; o los jueces probos que están condenados de antemano a ser asesinados por los sicarios; o los pescadores que respetan y temen al mar  y del que cosechan plata viva y escurridiza; o el leñador que conoce los secretos del monte y corta las maderas.

                Muchas madres  siempre felices incluso en la adversidad si pueden cuidar y proteger a sus hijos piensan  que el monumento les sirve de ejemplo. Lo mismo  sienten el cartero que acarrea con sol y lluvia las buenas y las malas noticias ; o el cantinero que reparte olvido en vasos rústicos y copas finas ; o algún escaso abogado honesto , que no es rico y defiende perseguidos de toda índole ; o un cura de pueblo , humano , buen pastor de ovejas , hombre de buena voluntad, sin aspiraciones de obispo , cardenal o vicario estelar ,"exitoso".

                Otros admiradores  han sido el  policía pobre , humilde, de los que sirven a los ciudadanos y les permiten que duerman tranquilos mientras ellos velan ; o el funcionario público que  atiende con cariño a los demás y no los maltrata ni les hace perder tiempo ; o algún funcionario de migración que no desdeña ni mira prepotente , envidioso y con desconfianza  al viajero  cancado que cae en sus manos ; o el vendedor de helados que hace feliz a los niños .

                Los vecinos más cercanos al monumento y quizás sus mejores amigos  son  el organillero y la vendedora de lotería. El organillero  produce música al girar de la manivela, y reparte pequeñas bolas de  papel de color rellenas de aserrín  amarradas con  elástico, con su jaula con un loro, con los horóscopos inocentes - que ahora son pecados, como si no hubieran pecados mucho mayores que no se atreven a condenar por no airar a los poderosos. La vendedora de lotería, que comercia espejismos se ubica en la esquina de la California y reparte fortuna imaginaria a aquellos que creen en el dinero mientras sonríe a su amigo del monumento y cree comprenderlo.

                Todos  los seres sencillos, humildes  se acercan al monumento y presentan sus respetos, buscando entre sus formas de homenaje las que sus recursos y su imaginación les permiten: ramos de flores, coronas, cartas, postales son depositadas todos los días al pie del monumento. Otros recitan poemas emocionados, cantan sus propias canciones, tocan el violín , el arpa o la guitarra.

                Se sabe mucho del gran personaje, o quizás se sabe poco o nada.

¡Yo creo  que al morir era feliz por la expresión de su rostro que casi brillaba, de eso no cabe ninguna duda!
, dijo el suplementero .

                Fue alegre, y también triste; estuvo desesperado y otras veces lleno de esperanza; pasó hambre por largos períodos  o estuvo satisfecho y no le faltó nada; tuvo trabajo bueno y malo, y también estuvo cesante; leyó mucho y se nutrió de docta ciencia, o bien no leyó nada, quizás ni siquiera supo leer y escribir o lo supo alguna vez y luego lo olvidó porque no lo ocupó más.

¡ Con seguridad que era un poeta! ,

……declaró el escritor de moda.

                Pasó frío en los inviernos, en el trabajo o en la montaña y calor en las fábricas, en los veranos y en las sabanas; estuvo tenso y preocupado al frenar en una esquina o al aterrizar con una nave espacial; sin duda murieron algunos de sus amigos y parientes y sufrió por ello, pero también es posible que le nacieron hijos propios, hijos de amigos o hijos de sus prójimos.

¡Tengo la evidencia que fue un cura!

….dijo Monseñor con aire seguro en su sermón dominical, en la puja de cada grupo por incluir al personaje como miembro de su propio gremio.

                También se enojó más de una vez y se embriagó más de una vez; pero también fue dulce, amó, ayudó a otros, les dio trabajo, o trabajó con otros; además sintió dolor y pena , así como alegría y piedad.

                 Pero nadie sabe o está  seguro realmente quién fue.

¡Se parece a Don Pedro, mi vecino!

                 Sin duda muchos lo conocieron, lo vieron, y se cruzaron con él en la vida. Algunos fueron sus vecinos, compañeros de trabajo, amigos de la niñez o la juventud que se sentaron con él en la misma aula, en la misma escuela , con los mismos maestros . Es posible que ese o aquel hayan pertenecido al mismo equipo de fútbol o basquetbol, rayuela, brisca o cacho.

¡ Creo que fue mi maestro!

                 Otros o los mismos asistieron con él a misa en la misma iglesia de la misma religión cuando tuvo momentos de misticismo religioso; o participaron junto a él en las mismas marchas políticas  o discusiones en la época de las comezones sociales de la juventud .

¡ Es como al abuelo de Arturito!

¡Se parece a un novio que tuvo Doña Teruca!,

….dijo misia Marujita.

                Alguna muchacha posiblemente fue su novia,  amante, esposa, amiga, o compañera en la oficina o la fábrica. O bien  creció junto a ella  o la conoció como joven o quizás más tarde en la edad madura.

                Por todos los atributos  de sus méritos y de lo que quizás hizo, lo eligieron para ocupar el sitial actual en el gran monumento. Nunca fue un militar, porque no podía haberlo sido, su alma era demasiado libertaria, no soportaba cadenas ni ordenes absurdas. Tampoco fue rico y si lo fue, era un excéntrico. Caminó por muchas tierras y quizás vio muchos cielos, navegó muchos mares y persiguió muchos horizontes y los ricos no tienen esas libertades.

                Bajo el arco hay un pedestal sencillo y de líneas puras y sobre él , la imagen en bronce de un hombre de rostro tierno, barbado , surcado de arrugas , tendido sobre un banco de  plaza durmiendo  , quizás sólo un momento, o durmiendo para siempre, pues fue así como lo encontraron, con la paz interna reflejada en el rostro .

¡ Es hermoso ; me gustaría morir con esa expresión!
¡Sólo puede haber sido un hombre bueno y libre!
               
                Esos comentarios y otros similares los hicieron muchas gentes  de la ciudad  al ver la figura de bronce del irradiante  anciano.

                Al pie del monumento hay una gran cantidad de coronas de flores de todo tipo: redondas, ovaladas, en cruz, rectangulares, con colores rojos, amarillos, azules, rosados , lilas . Los cuidadores pasan todas las mañanas a retirar las coronas del día anterior, para hacer espacio para las nuevas del día siguiente, así como a los ramos,  y a los manojos de florecillas del campo que los niños  en el trayecto al colegio y los turistas en los viajes especiales desde otras provincias, países y planetas vecinos y lejanos depositan llenos de respeto y admiración.

                Al pie del pedestal, hay una cripta rodeada de cuatro columnatas bajas de mármol unidas por cadenas en bronce; en el centro hay una antorcha encendida permanentemente y una placa metálica que dice:

    TUMBA DEL VAGABUNDO DESCONOCIDO, LA CIUDAD A SU HIJO PREDILECTO   


(R.de Camino V. ,Aeropuerto de Miami. 25.9.92
San José‚ 29.3.94)

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